En los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, el Sr. Ryland, propietario de una fábrica de tintes en Birmingham fundada a principios del siglo XIX, conoció al Sr. Basso, de Génova, que pasaba mucho tiempo en Gran Bretaña por motivos de estudio y turismo. Los dos hombres no tardaron en conocerse comercialmente y decidieron crear en Italia la Ryland Colour Factory, muy apreciada en la Commonwealth y en el Reino Unido por sus pinturas para yates.
Así pues, en 1926 se funda en Génova la empresa de los dos empresarios. La B.R.A.V.A.: Basso Ryland Anonima Vernici Affini. La Brava se convirtió rápidamente en una de las primeras fábricas italianas de pintura especializadas en la Marina.
Los británicos iban a la vanguardia, por lo que sus fórmulas originales elaboradas en la fábrica de colores genovesa dieron buenos resultados. Los británicos transmitieron al socio de Brava no sólo su técnica, sino también la prestigiosa imagen de las etiquetas en el insuperable estilo naval victoriano que la fábrica de pinturas genovesa ha conservado religiosamente y sigue utilizando hoy para sus pinturas clásicas "Rylard".
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